viernes, 13 de abril de 2012

Relanzamiento de 'La Momia'

En 1999 llegó a los cines de todo el mundo ‘La Momia’, una película dirigida por Stephen Sommers que suponía un relanzamiento de la franquicia iniciada en 1932 por Karl Freund y protagonizada por el mítico Boris Karloff. La cinta contó con varias secuelas, un nuevo reinicio en 1959 de la mano de Terence Fisher, y, en líneas generales, es uno de los títulos más míticos del cine de terror de la productora Universal consagrado a los grandes monstruos clásicos del cine de terror americano. Sin embargo, el género cambió y personajes como Drácula, Frankenstein o la propia Momia hace mucho que perdieron su posición dominante entre las cintas de medio en beneficio, sobre todo, de peligroso psicópatas como Norman Bates, Michael Myers o Freddy Krueger. Quizá por este punto, Stephen Sommers alteró las raíces del personaje para que su versión se acercase más a la saga Indiana Jones al optar por convertir su película en una muy disfrutable cinta de aventuras. No faltaron las secuelas (bastante aceptable la primera, un horror tremendo la siguiente), ni un poco estimulante spin-off centrado en el personaje del Rey Escorpión.
Este último relanzamiento ya estaba muerto y todo parecía indicar que tendríamos que volver a esperar varias décadas hasta que el personaje de la Momia volviera a aparecer en nuestros cines más cercanos. No obstante, los tiempos han cambiado y ahora hasta con 6 años es suficiente para volver a contar la historia inicial de un personaje (acordaos del caso de Hulk), por lo que Universal no va a ser menos y ya ha contratado a alguien para escribir el guión de este nuevo relanzamiento de la franquicia. ¿Quién es? Pues Jon Spaihts, cuyo nombre quizá no os diga nada, pero seguro que vuestro interés aumenta cuando os diga que es el guionista de ‘Prometheus’. Además, en esta ocasión se volverá al cine de terror y parece ser que contará con un buen presupuesto para contar la historia con un componente visual muy llamativo. Por ahora, se desconocen más detalles, pero habrá que estar atentos a ver si es otra nueva versión sin interés o se une al reducido listado de las que merecen que empleemos nuestro tiempo viéndolas. ¿Por qué opción apostáis vosotros?

jueves, 12 de abril de 2012

Extraterrestre

Planea por encima del bodrio que fue Independence Day la impactante imagen de las gigantescas naves extraterrestres estáticas por encima de las principales ciudades del mundo como preludio al ataque alien. Esa imagen, aunque heredera de la serie 'V', se convirtió en icónica, y fue utilizada a partir de entonces de forma recurrente.

Nacho Vigalondo también la utiliza, pero lo hace como mecanismo de cuerda para que se pongan en movimiento unos personajes dentro de los cuales ya se larvan las miserias, equivocaciones, contradicciones y egoísmos que encuentran su disparadero en una situación de apariencia fantástica, que se toma con sorprendente naturalidad.

El acierto de Vigalondo es poner la lupa de aumento sobre las reacciones y motivaciones que impulsan a sus personajes, haciendo que nos demos cuenta que en el fondo, no nos olvidamos de comportarnos como nos comportamos ni de ser como somos ni en la incertidumbre de una probable invasión extraterrestre.

Con esa visión pesimista de la condición humana, se construye una trama que resulta ser una comedia romántica con pocas concesiones a la galería ni complacencia con sus protagonistas.

Y la película sorprende, funciona y hace reír, merced a un acertado guión en el que Vigalondo no olvida el enfoque de comedia que separa ésta película de su anterior obra, y nos depara divertidas escenas, aunque a veces ese contraste agridulce de Sitcom amarga pueda a veces resultar algo chocante. Un reparto de estupendos actores, con un reparto masculino de gran fuerza cómica junto a una Michelle Jenner que sabe dar buen contrapunto a sus compañeros, intérpretes todos que saben tener el tono justo para divertir a través de la aparente seriedad con las que recitan sus diálogos.

Cuando las historias se repiten y se repiten sin parar, Vigalondo, al fin y al cabo, ha dado con la receta para aportar originalidad. Poner la luz en aquellos rincones oscuros que no nos cuentan las películas de Emmerich y compañía, y que jamás nos muestran las explosiones y rayos laser. Eso ya es para destacar.

[REC]3

El argumento de 'Rec 3 Génesis' nos lleva hasta el día de la boda de Clara (Leticia Dolera) y Koldo (Diego Martín). Una escena sumamente costumbrista que se mezcla de pronto con un verdadero apocalipsis zombi. La película está trufada de un buen número de escenas de impacto, de esas que te hacen, casi te obligan, exhalar una exclamación y unas buenas carcajadas con el de al lado.

'Rec 3 Genesis' ya no vive obsesionada con la versión cámara al hombro que tan buen resultado, incluso creando escuela, con las dos primeras películas. De todos modos nada que despreciar al respecto. Sin olvidar un más que interesante giro de argumento que facilita de forma ostensible la continuidad de la saga para una cuarta entrega, o incluso un spin off.

Leticia Dolera es "la novia". Desde 'Rec 3 Génesis' ese apelativo ya no pertenece a Uma Thurman y su chándal amarillo a lo Bruce Lee, catana en mano. Al menos no en lo referente al cine ibérico.

Ira de Titanes

Las historias de la Grecia Clásica son apasionantes. Vistosas como pocas. Con multitud de niveles de atención y arcos argumentales ricos en detalles. Tal vez por eso han pervivido durante milenios hasta nuestros días. Lástima que últimamente sólo sirvan como pretexto para poner a un grupo de actores sin mucho que decir con coraza, sandalias de tiras y espada corta para enfrentarse a criaturas mastodónticamente representadas. Todos bailando al son de un cine de acción poco más allá que "palomitero" y sin mayor repercusión que su metraje hasta los títulos de crédito.

Tal vez 'Ira de Titanes' pueda ser considerada como mejor opción que la desastrosa 'Furia de Titanes'. De todos modos no pasa el corte, quedando poco más allá de un gran estruendo de efectos especiales sin mayor hilado. ¿Apta para una sesión de cine de palomitas sin más complicaciones? Sí, pero se podía haber hecho mucho, mucho, mucho más.

The Lorax

'The Lorax' es una película entretenida. Tremendamente vistosa, y además llega con un buen mensaje para la infancia. Algo que, en un mundo cargado de superficialidad, nunca está de más.

El argumento de The Lorax llega así: adaptado a partir del libro infantil del Dr. Seuss acerca de una criatura del bosque que simboliza el eterno poder de la esperanza. La película cuenta la historia de un chico que busca lo único que le permitirá ganarse el afecto de la chica de sus sueños. Para conseguirlo, debe descubrir la historia del Lorax, una encantadora aunque malhumorada criatura que lucha por proteger su mundo. Una historia que busca concienciar a los más pequeños acerca del deterioro progresivo del planeta. Un buen mensaje en los tiempos que corren. Es una película infantil, así que tampoco podemos pedir "peras al olmo" en lo que respecta a la complejidad de la historia. Aún así resulta una película interesante para todos los públicos, en el más amplio sentido de la palabra.

Intocable

Necesitamos películas como estas. Películas que toman temas sensibles y los abordan sin complejos. Que optan por que la sonrisa permanezca en el rostro del espectador cuando la situación de partida de los personajes principales no podría ser más dramática. Al ver el cartel de 'Intocable', sólo las ganas de vivir que transmiten los personajes nos darán una pista sobre el tono vitalista de la cinta totalmente alejado de tentaciones que nos puedan llevar mar adentro.

No, esta vez nos quedamos en la costa y disfrutando. Pero eso no es lo más importante.

Esto no sería más que un voluntarista intento si la propuesta no hubiera sido dotada de algo más. La dirección de Olivier Nakache y Eric Toledano es correcta, sí, pero tampoco es lo más importante.

No, la clave está en los personajes. En una magnífica composición de los personajes.

Si hay una forma de calificar a 'Intocable' no es la de 'una película de personajes' o de actores. Eso sería quedarse corto en un film en el que los personajes y la película están absolutamente fusionados. Los personajes aquí lo son todo: Son la trama, son el espectador, son el guión, son la dirección, son el tono, son la iluminación, son el mensaje. Lo son todo, todo pasa por ellos.

Y son espléndidos, y están perfectamente interpretados. Tienen química entre ambos, te ríes, te mezclas en sus vivencias. Ello es producto, insisto, de eso tan difícil que es la construcción de personajes. Una construcción que empieza por una buena idea, que continua por un buen guión, que se desarrolla por unos buenos diálogos, y que requiere para darle la chispa vital de dos actores como François Cruzet -que dota de contención y al mismo tiempo de ternura a un papel extraordinariamente difícil- y del multipremiado (merecidamente) Omar Sy, que dota de descaro, simpatía y vitalidad a un personaje que debe ser abordado desde el talento más natural e instintivo y que llena hasta desbordar la pantalla.

Sin esa arquitectura exenta de artificios que distraigan al espectador, 'Intocable' no hubiera funcionado. Gracias a ese logro, se ha convertido en ese chorro de agua fresca que se hacía urgente en nuestros labios resecos y anhelantes de positivismo.

Grupo 7

Quizás el mayor acierto de Grupo 7 a la hora de presentar su propuesta sea precisamente ese: La ubicación de la historia. Los contrastes siempre funcionan, y esa Sevilla polvorienta y marginal magníficamente retratada que asemeja una Gotham City diurna es el perfecto contrapunto a la modernidad que quería reflejar en aquel momento España al resto del mundo con la Expo 92, de cuya construcción vamos siendo testigos en las escenas de transición que van dando testimonio del paso del tiempo en el relato.

Alberto Rodriguez aprovecha muy bien ese escenario, al que convierte en un personaje más de la historia, un personaje vivo por dónde deambula la marginación -encarnada con gran eficacia por el yonqui interpretado por Julián Villagrán- y donde la corrupción en el bando de los teóricamente buenos de la película se pasea sin demasiados complejos.

Grupo 7 se adscribe al subgénero de los polis corruptos emparentándose con propuestas como la serie 'The Shield', 'Training day' y, especialmente, 'Tropa de élite' con quien comparte ese realismo trepidante en ciertos momentos, más abundantes en la brasileña, y que tiene su mejor ejemplo en el inicio del filme que ahora nos ocupa con una secuencia de apertura magníficamente filmada y montada.

Lo malo es que después Grupo 7 cae en algunos tiempos muertos sin mucho sentido, y adolece del peso de una trama sólida. Esa carencia provoca que las historias que nos cuenta, las de los dos principales integrantes del grupo, resulten algo deshilachadas y den la impresión de estar desaprovechadas.

En ellas, el potencial de poder ver a un Mario Casas -actor que sabe ser una estrella como casi nadie en este país, que domina perfectamente el gesto pero al que le falta dominar más la dicción, un defecto bastante común por otra parte entre nuestros intérpretes jóvenes hasta hace relativamente poco tiempo y que por fortuna casi ha desaparecido- y a un Antonio De La Torre -tan magnífico como siempre pero lastrado por un personaje excesivamente hermético y contenido- metidos en unos personajes que experimentan viajes vitales en direcciones opuestas se diluye y desdibuja en medio de una trama que moja pero que no cala.

Pese a ello, y aún siendo una pena ese problema, Grupo 7 nos presenta un conjunto estimable pese a que le falte peso en su guión para ser redonda.